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Lo peor de nosotros

Este post no se trata de cáncer, ni de esperanzas, ni de autoayuda; ni de buenas vibras; se trata de lo que he percibido en mí entorno en las últimas semanas. Siento que debo hablar de esto y promover en mi entorno un poco más de sensibilidad y tal vez ayudar a que seamos una sociedad tolerante y de ejemplo a las generaciones que vengan.



Recuerdo que cuando inicio la pandemia, el Peru de cierta forma se unió para generar fe, para levantar el ánimo. Recuerdo los zooms entre amigos, las risas y la esperanza compartida de que pronto acabaría. Recuerdo los aplausos en los balcones, los desfiles de policías, hasta las felicitaciones al presidente del momento. Se reconocía la labor de los médicos de primera línea, a aquellos que daban la cara ante el terrible virus. Pasaron las semanas, pasaron los meses y no queda nada de esa unión como peruanos, una unión que a mí parecer daba una esperanza a nuestra sociedad, no había distinciones, ni bandos, éramos un solo equipo. Hoy quedan bandos extremos, queda la desunión, queda el insulto y hasta la exclusión y señalamiento si no piensas como uno; la sorprendente facilidad de calumnia y de crear pánico. Lo más increíble es que es retroalimentado y exacerbado y premiado si piensas igual.


He visto personalmente como familiares y amigos cercanos se han sentido abandonados por sus amigos, se han sentido excluidos por sus ideas, han tenido que abandonar chats, han tenido que alejarse y hasta refugiarse en sus hogares, pues hasta salir y encontrarse con “amistades” era dañino, no solo por las ideas, sino por el estrés de las ideas que ellos generaban.


Veo en las redes sociales, muchas personas difamando a personas que no conocen, solo por indicar o señalar una idea contraria. Que nos pasa como sociedad, que pasa con la unión de hace menos de un año, es tan falsa, es tan frágil la capacidad del ser humano de ser agradecido, de generar bondad y generar unión. Me da miedo pensar en el futuro que les espera a mis hijos, es este el país donde crecerán y me pregunto que les dejo yo como ejemplo.


Desde mi sitio; desde mi posición, solo me queda alejarlos de toda esta nube de insultos, de “bandos”, de desunión. No quiero eso para ellos, ya tienen bastante con la situación en la que mi familia vive.


Me parece excelente las personas que defienden sus ideas, me parece excelente aquellos que luchan por lo que piensan que es justo, esto es lo que se espera como sociedad, es correcto, pero no es correcto señalar, juzgar, ajusticiar, excluir a los que no están en ese grupo. Si un amigo no piensa igual, se le debe respetar, si un amigo no quiere ser parte de tu lucha, es su derecho, si un amigo no voto por tu opción, no es rojo, no es comunista, no es el demonio, es una persona que piensa distinto, y no por eso está en contra tuya ni en contra del país, como sabes lo que le pasó para llegar a la decisión que ha tomado, ¿sabes su historia? ¿Sabes lo que vivió? Hasta he visto señores muy elegantes y educados insultar sin ningún tapujo a viento y marea por redes, ¿es el ejemplo que le damos a las siguientes generaciones? En ningún momento pienso que hay que silenciar las ideas, o rendirnos a la injusticia o ser inmune a lo que acontece en nuestro país, solo creo que podemos hacerlo desde la racionalidad, desde nuestros valores, pensando en que deseamos dar de ejemplo, en como quisiéramos ser como sociedad y hasta en como quisiéramos que sea el futuro de nuestro país.


Este es una manifestación muy personal, desde mi posición, desde mi historia, para mí nada justifica el señalar, el promover “no consumir” por ser de otras ideas, me pregunto, que paso con “defiendo la democracia”, ¿acaso es una moda? ¿Acaso es lo que tengo que postear porque me provoca y no mido las consecuencias? Espero que no sea el caso, espero que pensemos racional y emocionalmente nuestros mensajes, no sólo con el cerebro si no desde el corazón.


Ojalá y este post no me tache de roja, caviar, socialista, terrorista o “corrupta”, es lo que siento y pienso desde mi esquina. Y es lo que deseo a mi familia y amigos; unión y la posibilidad de vivir en una mejor sociedad, donde no distingamos o nos distanciemos por nuestro pensar.


Espero un mejor Perú para mis hijos, ojalá los sucesos actuales desencadenen en lo mejor para nosotros, para el país. Ojalá así sea, pero sobre todo ojalá no perdamos a la gente que más queremos, a nuestra familia o amigos por defender a personas que tal vez ni conozcamos y que más adelante nos puedan dar la espalda apenas puedan. Ojalá no salga lo peor de nosotros, sino lo mejor.


Gracias.

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