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La primera de doce

Si de algo no puedo quejarme, es que el cáncer me ha dado muchos nuevos conocimientos. A mí siempre me gusto leer, conocer sobre nuevos descubrimientos, tener información nueva; definitivamente hoy sé mucho de esta enfermedad y también sobre cómo afrontarla a nivel físico y emocional. Esto ultimo creo que será motivo de una entrada especial en mi blog.



Sobre nuevos conocimientos y nuevas experiencias hoy se más de lo que me gustaría saber. Sé que acabo de cambiar de tratamiento, ahora será semanal, dosis de Avastin y Paclitaxel, recién acabo de pasar la primera semana, de doce semanas que será este nuevo tratamiento. Hoy es el 4to día después de la quimio, que también es distinta porque es ambulatoria. Hoy me siento mejor, con más ganas, y como les he contado; escribir me libera y un plus nuevo; siento que también me sana, así que vamos.


Sobre datos médicos, el Paclitaxel es un alcaloide vegetal que se desarrolló a partir de la corteza del árbol llamado tejo del Pacífico. Fue descubierto por el Research Triangle Institute (RTI) en 1968 cuando Monroe E. Wall y Mansukh C. descubrieron el alcaloide de la corteza del tejo. En 1970 los dos científicos determinaron la estructura del paclitaxel. Desde entonces, ha sido una herramienta muy eficaz para los médicos que tratan pacientes con cáncer de pulmón, ovario, mama y otras enfermedades. Eso por el lado cultural, este remedio se usa hace mucho tiempo y es el que hoy estoy recibiendo.


Por otro lado, el Avastin, el bevacizumab, usado recién desde la década del 2000, es un anticuerpo (un tipo de proteína) monoclonal, le dicen terapia biológica, diseñado para reconocer e inactivar al factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF), una proteína que circula en la sangre y estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos. Al unirse al VEGF, Avastin interrumpe su efecto. En consecuencia, las células cancerosas no pueden desarrollar su propio riego sanguíneo y se ven privadas de oxígeno y nutrientes, lo que ayuda a frenar el desarrollo de los tumores. Obviamente estos datos son bastantes científicos, pero siempre es bueno saber que estás recibiendo, de donde viene y para que, al menos para mí es importante.


Ambas drogas serán la combinación perfecta para matar mis 6 nuevos acompañantes, pues si bien el ciclo anterior, que eran otras drogas mató los 2 tumores iniciales, en el último PetScan en enero descubrieron que habían aparecido 6 nuevos tumorcitos menores a 1cm, pero finalmente están presentes y hay que eliminarlos.


El PetScan no es una tomografía cualquiera, es una tomografía computada (PET/TC), la cual a través de la emisión de positrones (PET) utiliza pequeñas cantidades de materiales radioactivos denominados radiosondas o radiofármacos, una cámara especial y una computadora para evaluar las funciones de tejidos y órganos. Así puede determinar tumores milimétricos y poder prevenir su crecimiento antes que sea demasiado tarde. Estos tumorcitos están alojados en la zona retroperitoneal de mi cuerpo, zona que nunca supe que existía para ser honesta, pero ahí están. Bien presentes.


Esta es la primera semana de las doce semanas que recibiré este nuevo tratamiento; el cual espero y decreto será efectivo en eliminar a estos intrusos y no invitados acompañantes. Serán semanas difíciles, recibir el tratamiento cada semana, no dejará a mi cuerpo recuperarse como hacía cuando era 1 vez cada 4 semanas, pero si se trata de no tener la enfermedad de nuevo que así sea. Definitivamente luego tendré una terapia de acompañamiento, terapia biológica, inmunoterapia, o alguna terapia que no permita regresar la enfermedad. Lo que me queda claro es que definitivamente tendré meses y hasta años para vencer definitivamente al cáncer. No me asusta realmente, pero si me tiene alerta y preocupada por mi familia.


Primera quimio semanal

Tengo dos pequeños, uno de 7 años y una pequeña de 4 años, son chicos, niños en medio de la pandemia, no ven más amigos, no ven otros niños, podría tal vez ser más relajada pero no puedo exponerme a contagiarme de COVID, la pandemia es dura y más dura para aquellos que estamos en tratamiento, tenemos que cuidarnos más, tenemos las defensas bajas, tenemos nuestros niveles débiles de tanta droga.


El tratamiento ahora es ambulatorio, tuve la suerte de estar con dos enfermeras excelentes, personas que se nota que aman su profesión y que están para ayudarte en los momentos más difíciles, además tuve un sillón super cómodo y me tocó vista a la calle, una ventana enorme con vista a Miraflores, tampoco puedo quejarme, situaciones y cosas que agradecer, es importante hacerlo. Si no agradecemos dejamos entrar la pena, sino agradecemos dejamos entrar la depresión con más facilidad.


Va la primera semana de doce, vamos adelante, la actitud es todo, no puedo bajar la guardia, no puedo deprimirme, no puedo caer ¿bastante no? En la soledad de mi cuarto será distinto, llorare, gritaré y me deprimiré, porque soy humana y finalmente faltan 11 semanas más de sentirme mal, débil, dolor de huesos, casi no poder caminar sin marearme, tristeza por causa de los medicamentos, depresión por la debilidad. No es fácil, nada sencillo.


Esta es mi historia, cada uno vive la suya, cada uno decide como afrontar sus obstáculos, yo decidí escribir, contar, ayudar y sostenerme en mi familia, así como yo lo hago con ellos. Finalmente es la primera semana de doce que se vienen.

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