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2021

Para mí, este año empezó distinto, en medio de quimioterapias, con mucha expectativa sobre el éxito del nuevo tratamiento, con la esperanza de que la segunda recaída fuera corta y pasara rápido como lo hizo en el año 2018. Que equivocada estaba en ese momento. Luego de cambiar tres veces de tipo de quimioterapia; mis doctores decidieron operarme. Y luego de la operación, en donde casi me voy dos veces, finalmente volvió la enfermedad y se declaró recurrente. Que año para más fuerte y retador.




Sin embargo, lo importante fue que a pesar de las caídas, depresiones, cólera y resignación; hubo tantas personas que me acompañaron y significaron todo en cada momento; mi esposo, mis hijos, mis papas, hermanos, grandes amigas, grandes amigos, nuevos amigos y personas que empezaron a seguir este blog y que hacían que cada batalla ganada, cada proceso vivido y contado; tuvieran un motivo por el cual agradecer.


Durante el verano, en medio de la pandemia veníamos a la playa y tratábamos de vivir nuestra vida lo más “normal” posible, para los chicos y para nuestra paz mental. Cuando empezó el colegio; sentimos que nuevamente estaríamos encerrados y que los chicos no avanzarían mucho, nuevamente estaba equivocada. Este año, Rodrigo aprendió muchísimo más, ahora sabe multiplicar, dividir, resolver problemas, leer muy bien, realizar historias y demás actividades que nos han sorprendido muchísimo. Al iniciar las clases presenciales, se adaptó muy rápido y aunque él no lo reconozca volvía a la casa con una luz especial en sus ojitos, más alegre, mas conectado. Algo que me encantó este año y que para mí cerro con broche de oro su año escolar; fue que salió en la asamblea de fin de año del colegio, Rodri; que no se caracteriza por ser el más extrovertido, aparecía en pantalla hablando de lo que había aprendido este año. Esto significó mucho para mí y por eso también agradezco a sus mises, quienes siempre me han apoyado muchísimo, sobre todo Miss Vanessa y Miss Brenda. Gracias por eso, definitivamente siempre han estado pendientes, apoyando a Rodri y eso significa mucho.


Olivia por su parte, empezó muy bien, conectada, con ganas de hacer las clases, se había adaptado a la normalidad virtual. Y la revelación para ella fue al empezar las clases presenciales, que bien le hizo, conectar con sus amigos, todos los días volvía con aventuras y muchas cosas por contar, nuevas amigas, nuevas experiencias. De lo que pensaba que estaba un poco atrasada, sus mises nos contaron que, por el contrario, estaba muy bien y que era muy despierta, claro; cuando ella lo quería… ¡tan Oli! Ella es nuestra alegría constante, mi motivo para levantarme cuando me siento triste y mi motivo para cada día practicar la paciencia y desarrollar mi lado más amoroso, porque ella es un remolino de emociones y es puro amor y pura energía.


Lo que no sabía era cuánto madurarían por toda la situación que han vivido este año; porque vivir una pandemia en donde no ves a tus amigos y sobre todo el saber que tu mama está enferma, ver la preocupación de tu papa y abuelos, tener a tu mama en la clínica, sin poder verla más que por una pantalla y por momentos sin poder verla en absoluto durante días; te hace madurar y sobre todo a Rodrigo. En el caso de Olivia, es pequeña, ella muestra su frustración llorando o quejándose, trato de contarle las cosas de una manera entendible por una niña de cuatro años; creo que lo estoy haciendo bien. En el caso de Rodrigo, estuve preocupada por un buen tiempo, pues se daba cuenta de todo; muchos meses estuvo muy callado, no podía hablar de lo que sentía o de lo que temía, pero como todo en este año, las cosas se ordenaron y terminó este año conversando mucho conmigo, con su papa, increíblemente ha construido una mejor relación con su hermanita y hasta la defiende cuando piensa que la castigamos innecesariamente, mostrándome una madurez más allá de la que yo tengo por momentos, es mi maestro y mi gran orgullo.


Este año Lucho y yo cumplimos diez años de casados, lo celebramos juntos y felices, recordando todo lo que hemos vivido estos doce años en que nos conocemos, alegrías y también tantos retos, penas, momentos difíciles, bendiciones y toda la felicidad que han traído a nuestras vidas nuestros dos hijos. Prácticamente hicimos un análisis de nuestra vida juntos, y definitivamente a pesar de tener muchas discusiones y cientos de reconciliaciones, estamos muy felices de la familia que hemos formado y creo que tenemos para muchos años más. ¡Eso espero… jajaja!


Seguimos viento en popa con nuestro negocio, Cotidiano Gourmet; ya no le llamo emprendimiento, porque considero que ya crecimos y me siento ya una empresaria ¡Ja! En noviembre implementamos nuestra Dark Kitchen en Surco y ahora tenemos personal y una mayor capacidad de producción, lo cual nos ilusiona mucho. Lucho esta en su elemento, el estudió en Le Cordon Bleu con la ilusión de tener en algún momento su propia cocina y finalmente la tiene, por lo que lo veo feliz con eso y a pesar de que por momentos tenemos dificultades que se presentan, siento que para él es muy gratificante trabajar en algo propio y sobre todo con potencial, porque si algo debo destacar es que hasta el momento no hemos decaído en ventas, siempre hemos mantenido una pendiente hacia arriba. Esta campaña de fin de año, durante diciembre rompimos récord de ventas y sobrepasamos al doble nuestra meta. ¡Bien por eso! ¡Bien por nosotros!


Durante la segunda mitad del año, luego de mi operación y la recuperación, vino la vacuna y con eso me permití ver a mis amigos y familia, me hizo muy feliz conversar, reír y compartir. Que importante fue empezar a sentir que todo volvía a la normalidad y también Rodri y Oli empezaron a reunirse con sus amigos y todos fuimos un poquito más felices, hasta Lucho tuvo reuniones con sus amigos de toda la vida, y eso que a él le encanto la pandemia (¡jajaja!), la vida empezó a tener una nueva normalidad y eso esta bien. Hasta hoy a pesar de la nueva ola y variante ómicron, creo que fue bueno el tener reuniones y empezar a vernos, por ahora toca guardarnos una vez más, pero confío en que pronto volveremos a vernos y a nuevamente encontrar una nueva forma de vida. Porque si algo he aprendido es que lo único constante es el cambio, y a eso hay que acostumbrarse y prepararse para que los cambios no sean traumáticos.


Algo que debo destacar de estos últimos días y ya concluyendo mi último post del 2021, es contarles que Lissy mi hermana que vive en Alemania vino de vacaciones unas semanas y con eso hemos estado toda la familia reunida y feliz. Además durante mucho tiempo he estado distanciada de mi segunda hermana Karen, y con la llegada de Lissy y algunas conversaciones nos hemos unido en estos últimos días y eso para mí no tiene precio, que importante es vivir una vida de unión y paz familiar, suena cliché pero es real, me siento mejor ahora y creo que esto tiene mucho que ver.


Lo que si me sorprende es que a pesar de que los primeros días de diciembre tuve una sesión de radioterapia, y obviamente estuve unos días bastante delicada, hoy me he sentido super bien, empecé el día haciendo KO con mis hermanas y tocó una clase de cardio y fuerza que fue bastante retadora, luego nadé toda la laguna de nuestra playa, nos subimos al kayak con Lucho y mis dos peques, me sorprende mi energía. Siento que es una señal de que definitivamente el 2022 vendrá con muchas mejores noticias y experiencias, porque finalmente lo importante es como uno actúa ante las situaciones buenas y malas que nos tocan vivir.


Pensé que no volvería a escribir este mes, pero hoy me dio ganas, y sobre todo de hacer un resumen de lo que fue para mí el 2021, empecé pensando que había sido un mal año, pero luego de esta pequeña reflexión y recuento me doy cuenta de que no fue así, que todo significó algo y que todo fue para mejor, las cosas tienen un sentido siempre y repito; la actitud es fundamental. Tener una buena predisposición para las cosas nuevas, garra para superar las dificultades, meditar sobre lo que realmente importa, llevar una vida saludable, es importante, no nos descuidemos, veamos la luz en la oscuridad, el vaso medio lleno, no medio vacío.


Espero que todos tengan un muy feliz año y si no es así, que cualquier dificultad o problema, pasé rápido y salgan aprendizajes de aquello. Espero que el 2022 sea un año de mayor salud, de mayor prosperidad para todos y de más felicidad. Y espero que yo finalmente me cure, aunque me sienta bien, espero que los indicadores y mis análisis acompañen como me siento, no habrá mejor regalo que ese. No se olviden de hacer y pensar en sus metas para el próximo año, que esperamos y como lo haremos, no dejemos de pensar en eso.


Gracias por leerme y nuevamente, ¡Feliz Año!

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